Los mercados bursátiles siguen esperando un aterrizaje suave de la economía mundial en 2024, pero nunca han indicado de forma fiable la probabilidad de entrar en recesión. Aun así, los inversores en renta variable solo pueden invertir en empresas, no en líneas de tendencia, independientemente de que su capacidad predictiva sea precisa o no. El arte de la gestión activa sigue consistiendo en encontrar aquellos valores cuyo rendimiento supere al del resto en tiempos difíciles.
Puede que haya llegado el momento de replantearse invertir en los Siete Magníficos y los valores tecnológicos de megacapitalización, que han dominado la rentabilidad del S&P 500 durante varios años, para buscar en su lugar los diamantes que se esconden en el segmento de menor capitalización del Russell 2000, afirma Van der Welle, estratega de Robeco Multi-Asset Solutions.
"La imperfecta capacidad predictiva del mercado bursátil con respecto a las desaceleraciones económicas tiende a generar más falsos positivos que falsos negativos", sentencia. "Paul Samuelson, ganador de un Premio Nobel, dijo con ironía en 1966 que los índices de Wall Street habían pronosticado nueve de las últimas cinco recesiones. La aversión al riesgo sigue gobernando el ciclo."
"Sin embargo, ¿podría el mercado pecar de negligencia esta vez? Aunque los aterrizajes suaves en la economía mundial son la excepción más que la norma, la última encuesta de Bank of America Merrill Lynch revela que el 75% de los gestores de carteras esperan que en 2024 se materialice un aterrizaje suave."
"Los mercados bursátiles han adoptado esta narrativa del aterrizaje suave, y más aún en noviembre, después de que las cifras de la inflación (subyacente) estadounidense de octubre parecieran confirmar que la Fed está en vías de alcanzar su objetivo de inflación del 2% sin hundir la economía."
Las grandes capitalizaciones siguen a la cabeza
Este optimismo se ha reflejado en un repunte del mercado bursátil en 2023, aunque en gran medida se ha visto impulsado por el sentimiento alcista que suscitan los valores tecnológicos de gran capitalización, en lugar de por las empresas de menor capitalización que pueden estar ofreciendo una mejor lectura de la economía subyacente.
"El índice S&P 500 ha subido un 21% este año, y el impulso a corto plazo es excepcionalmente sólido", afirma Van der Welle. "No parece que se vaya a producir en absoluto la típica oleada de ventas del mercado de renta variable en el periodo de tres a seis meses previo al inicio de una recesión."
"Sin embargo, aunque los índices bursátiles generales muestran una tendencia alcista hasta la fecha, la rentabilidad relativa de los valores de capitalización reducida frente a los de gran capitalización revela un significativo trasfondo bajista. Esto sugiere que, después de todo, algunos segmentos del mercado de renta variable podrían haber anticipado ya una recesión económica."
"En contraste con los valores de gran capitalización, creemos que los de capitalización reducida (en concreto, los del Russell 2000) ya han descontado en términos generales la leve recesión que sí prevemos para 2024 en el equipo de Multi-Asset Solutions."
"Claro que no todos sus componentes son precisamente diamantes, ya que alrededor del 40% de las empresas del Russell 2000 son deficitarias. No obstante, los inversores que estén dispuestos a buscar con ahínco podrían hacerse con auténticas joyas."
Rentabilidad del máximo al mínimo
Los datos técnicos del mercado bursátil corroboran esta teoría. El rendimiento relativo histórico del Russell 2000 casi coincide actualmente con el rendimiento relativo medio del máximo al mínimo del S&P 500 antes del inicio de una recesión, según la definición de la Oficina Nacional de Investigaciones Económicas (NBER).
El Russell 2000 ha ido a la zaga del S&P 500 en un 29% desde su máximo cíclico de marzo de 2021, mientras que la diferencia típica recesionista entre el máximo y el mínimo es del 31%. Esto implica que el Russell 2000 ha descontado el 93% del riesgo de recesión.
"Por supuesto, puede que la historia no sea consecuente, ya que los índices no son series temporales estáticas, puesto que los cambios fundamentales en la estructura económica pueden haber causado rupturas estructurales", afirma Van der Welle. "Por ejemplo, las empresas de capitalización reducida podrían enfrentarse a caídas adicionales en relación con las de gran capitalización en un escenario de inflación persistente por encima del objetivo de los bancos centrales, en el que las empresas de gran capitalización con mayor poder de fijación de precios lo sigan acaparando todo."
Un punto de inflexión decisivo
Otra observación es que la rentabilidad del Russell 2000 tiende a superar la del S&P 500 después del punto más bajo de una recesión conforme al criterio de la NBER. "Si nuestra previsión de una leve recesión en 2024 resulta ser correcta, el próximo año podría ser un punto de inflexión decisivo, ya que el Russell 2000 ha registrado una rentabilidad superior de media en un 10% en los 200 días de cotización posteriores al punto más bajo de recesión en EE.UU.", afirma Van der Welle.

Rendimiento del S&P 500 en comparación con el del Russell 2000 en torno a los puntos más bajos de una recesión conforme al criterio de la NBER. Fuente: LSEG Datastream, Robeco.
"Esto se corrobora observando los datos de las cuatro fases del ciclo económico: recuperación, expansión, desaceleración y recesión. Los datos desde 1988 confirman que durante la recesión y las muestras de recuperación, el S&P 500 normalmente perdió terreno frente al Russell 2000."
"El S&P 500 perdió de media un 0,2% mensual en comparación con el Russell 2000 cuando nuestro monitor del ciclo económico apuntó a una recesión. Si se aplica el mismo análisis al índice MSCI Small Cap 1750 en comparación con el índice MSCI Large Cap 300, se obtienen resultados similares."
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¿Unos Siete no tan Magníficos?
Entonces, ¿deberían los inversores quedarse con los Siete Magníficos ―Alphabet (Google), Amazon, Apple, Meta Platforms (Facebook), Microsoft, NVIDIA y Tesla― un año más? ¿O deberían buscar oportunidades en territorios menos valorados?
"Creemos que las empresas de capitalización reducida se encuentran inmersas en la fase de apatía del ciclo de percepción de los inversores en EE.UU. y en otros lugares", afirma Van der Welle.
"Los inversores han recurrido en masa a los Siete Magníficos, aunque aquellos con estrategias por fundamentales y activas descubrirán algunas joyas en el segmento de las small caps. Aunque a corto plazo podrían producirse más caídas relativas en el Russell 2000, creemos que una leve recesión en EE.UU. en 2024 podría suponer un punto de inflexión."