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Inversión temática

Smart Mobility

Smart Mobility se centra en la electrificación y transformación del transporte, uno de los sectores comerciales más intensivos en carbono. Esto también la sitúa en una buena posición para aprovechar el crecimiento de varias tendencias interesantes que se están acelerando, como la conducción autónoma, la conectividad optimizada y la economía colaborativa.


57

% de los kilómetros recorridos por pasajeros en todo el mundo se han hecho en coche

18

% de los turismos vendidos en todo el mundo fueron vehículos eléctricos (2023)

47

% de aumento interanual de puntos de carga en el mundo (2023)

¿Por qué invertir en movilidad inteligente?

El transporte emite un gran volumen de carbono y es responsable del 20% de las emisiones mundiales. El transporte por carretera representa un abrumador 75% de ese total, lo que implica que el sector de la automoción es esencial para reducir la contaminación y despejar el camino hacia un futuro de cero emisiones netas. Los fabricantes de automóviles de todo el mundo ya han invertido miles de millones en renovar el diseño de sus vehículos y sus plantas de producción para adaptarlos a un futuro eléctrico.

En el marco de este proceso, también están aprovechando el potencial de la IA y el IdC para reducir los accidentes y las reparaciones rutinarias, así como para transformar toda la experiencia de transporte a través de vehículos autónomos, interfaces audiovisuales interactivas y una conectividad universal con el mundo físico y el digital.

La estrategia

La estrategia Smart Mobility se encuentra en el punto en el que confluyen distintas tendencias de esta revolución automovilística, e invierte tanto en fabricantes mundiales de vehículos eléctricos como en proveedores de componentes esenciales. Entre ellos se encuentran los productores de litio para baterías de vehículos eléctricos y otros materiales ligeros usados en la fabricación del chasis y el revestimiento de equipos. También invierte en fabricantes de baterías y dispositivos para almacenar, controlar y suministrar la energía al sistema de transmisión del vehículo y otros sistemas electrónicos.

Los coches se están convirtiendo cada vez más en «ordenadores sobre ruedas». Por eso, la estrategia también invierte en proveedores de semiconductores y software, que son la base de los sistemas operativos de los vehículos y de sus funciones, como la asistencia avanzada al conductor y la conducción autónoma. Las inversiones también abarcan las tecnologías de redes inteligentes y las estaciones de carga necesarias para que los vehículos funcionen. Además, también están surgiendo oportunidades de la mano de empresas ajenas al sector tradicional del automóvil y que ofrecen «movilidad como servicio» a través de robotaxis y plataformas para compartir coche.
En resumen, la estrategia invierte en aquellas empresas que suministran los componentes vitales para crear, mantener y poner en marcha flotas de vehículos inteligentes de última generación.

Invierta en Smart Mobility para encaminar su cartera hacia el crecimiento a largo plazo y las cero emisiones netas.


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