Inversión climática

Oportunidad

El cambio climático parece a veces abrumador: incendios forestales, glaciares en retroceso, etc. Pero la adversidad también entraña oportunidades. Podemos invertir en las compañías que forman parte de la transición a un mundo con bajas emisiones de carbono, desde las energías renovables y la tecnología inteligente hasta la captura de carbono y la reforestación. Las principales clases de activos, desde la renta variable hasta el creciente mercado de bonos verdes, pueden generar rentabilidad a la vez que contribuyen seriamente al objetivo de cero emisiones netas.


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45%

de los inversores de todo el mundo afirman estar aplicando estrategias activas de renta variable destinadas específicamente a empresas orientadas a la transición. La proporción se eleva al 54% de los inversores europeos y de Asia-Pacífico.

43%

de los inversores de todo el mundo invierten en bonos verdes o en productos de renta fija vinculados a la sostenibilidad. La proporción también se eleva al 51% y al 52% de los inversores europeos y de Asia-Pacífico, respectivamente.

Si bien casi la mitad de los inversores considera que la transición hacia la renta variable o la renta fija es un camino evidente, la mayor parte se centra en las economías desarrolladas y no en los mercados emergentes. La Encuesta Global sobre Inversión Climática también desveló que el 50% de los inversores invertía a través de fondos en soluciones climáticas comercialmente maduras en los mercados desarrollados, mientras que solo el 29% hacía lo mismo en los mercados emergentes.

La tendencia fue aún más pronunciada en Asia-Pacífico, que son principalmente mercados emergentes, donde el 60% de los inversores se decantaron por productos de mercados desarrollados en vez de por los de sus propios países. Solo el 34% de los inversores de Asia-Pacífico buscaban fondos en su propio mercado o en otros mercados emergentes.

La inversión climática no es solo la próxima gran oportunidad

Lucian Peppelenbos (Estratega climático) y Carola van Lamoen (Responsable de Inversión Sostenible) analizan el cambio climático y la inversión climática desde todos los ángulos. Escuche el trailer o el podcast completo de 25 minutos.

Ganadores y perdedores de la transición a una economía baja en carbono

Hay pocas cosas más disruptivas que perder tu negocio. Al igual que los trenes sustituyeron a los caballos y la fotografía digital al carrete de fotos, las empresas que no se tomen en serio el cambio climático tienen pocas probabilidades de sobrevivir.

Alcanzar el objetivo de cero emisiones netas de carbono en 2050 exige descarbonizar a escala global. Su alcance ira de cambiar las centrales eléctricas de carbón por parques eólicos, a electrificar vehículos, dotar a todos los edificios de aislamiento y conseguir una agricultura más eficiente.

Eso producirá muchos ganadores, especialmente entre empresas que formen parte de las muchas soluciones tecnológicas al cambio climático. Las mismas pueden pertenecer a ámbitos como la infraestructura de energías renovables, los sistemas de captura de carbono y las técnicas de reciclaje.

En última instancia, significa pasar a una a economía circular que reduzca los procesos industriales que generan carbono.

Y también habrá perdedores: aquellas empresas que tarden demasiado en adaptarse en la próxima década a la necesidad de adoptar modelos de negocio bajos en carbono. Conforme la regulación se endurezca y los gustos de los consumidores cambien a favor de productos más favorables al clima, estas empresas acabarán siendo las empresas que siguen vendiendo caballos cuando el ferrocarril ha llegado.

La descarbonización será la vara de medir

Separar el grano de la paja es el trabajo de todo gestor de activos que se tome en serio su desempeño. Una de las formas de hacerlo consiste en medir en qué grado está descarbonizando su modelo de negocio una empresa, empleando parámetros que miden las emisiones de gases con efecto invernadero, la energía empleada en calefacción y los residuos producidos durante el proceso de producción.

Por ejemplo, muchos fabricantes de coches han anunciado su intención de tener una gama de modelos exclusivamente eléctricos en 2030, para evitar que sus negocios se queden obsoletos cuando los gobiernos acaben por prohibir la circulación de vehículos gasolina y diésel. Estos serán los ganadores, mientras que los inversores volverán la espalda a aquellos fabricantes que solo ofrezcan motores de combustión interna dentro de una década.

Un caso distinto es el de las aerolíneas. Las aeronaves con baterías eléctricas no son actualmente posibles, ya que el peso de la batería necesaria para generar la potencia de despegue sería tres veces el peso de un avión de reacción modernos. En su lugar, las aerolíneas están sustituyendo los modelos de cuatro motores por bimotores con mejor consumo de combustible, y muchas de ellas han anunciado planes para deshacerse de sus flotas del icónico jumbo cuatrimotor Boeing 747.

La situación también es distinta para las empresas energéticas, ya que el mundo seguirá dependiendo del petróleo y el gas durante muchos años. Eso significa que los ganadores del sector serán cada vez más las empresas con modelos de negocio en transición hacia la energía eólica y solar, preparadas para cuando el petróleo y el gas se agote o su venta ya no sea posible.

El poder del hidrógeno: ¿moda o esperanza?

La descarbonización de las economías nacionales es fundamental para los planes de los gobiernos. Pero entre el potencial del hidrógeno y su aceptación y uso en los distintos sectores se interponen importantes obstáculos. En el transporte por carretera, ya existen opciones más económicas y más sostenibles.

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Pioneros: de los certificados verdes a los bonos clima

En tiempos con grandes cambios es necesario poder confiar en quienes no solo sienten pasión por la sostenibilidad, sino que poseen una dilatada trayectoria implantándola.


Como pioneros de la inversión sostenible, Robeco lleva proporcionado soluciones de sostenibilidad de vanguardia desde mediados de los 90, cuando el movimiento medioambiental empezó a ganar terreno. Nuestra dedicación a la creación de productos de inversión que puedan propiciar el cambio continúa hasta el presente.

Nos detenemos ahora a rememorar las muchas primicias que Robeco ha protagonizado:

  • En 1994, Robeco lanzó el primer producto de inversión sostenible del mundo, los ‘Groencertificaten’ (certificados verdes), para los inversores minoristas neerlandeses.

  • Cinco años después, en 1999 lanzamos la primera estrategia de renta variable especializada en IS de Europa DuurzaamAandelen (acciones sostenibles).

  • El primer uso de la interacción data de 2005, con la creación del equipo especializado de Titularidad Activa, dedicado a votar en las juntas de accionista y hablar con la empresas para mejorar sus credenciales ASG.

  • La integración habitual de los factores ASG en el proceso de toma de decisiones se inicia en 2010; en la actualidad somos la única gestora de activos del mundo que usa principios de sostenibilidad en toda la gama de estrategias de renta variable por fundamentales, renta fija y cuantitativa.

  • La innovación continuó en la década de 2010, con el lanzamiento de estrategias de inversión de impacto, orientadas, entre otras cosas, a las energías renovables y los Objetivos de Desarrollo Sostenible, en especial el ODS 13 de acción por el clima.

  • En 2020, Robeco lanzó las primeras estrategias de renta fija sobre cambio climático, invirtiendo en empresas que contribuyen directamente a la lucha contra el calentamiento global. Nuestra estrategia Climate Global Credits invierte en bonos corporativos, mientras que la estrategia Climate Global Bonds lo hace tanto en créditos como en deuda pública.


Todas estas actuaciones se atienen a políticas firmes, basadas en el compromiso de ayudar a combatir el cambio climático. En línea con el lanzamiento de las estrategias sobre el clima, Robeco también se comprometió a lograr para 2050 cero emisiones netas de gases efecto invernadero en todos los activos que gestiona.

De cara al futuro, seguiremos innovando, en especial en ámbitos como el cambio climático, los bonos verdes y los ODS.

Debido precisamente a estos problemas de almacenamiento y transporte, la mayor parte del hidrógeno gris que las eléctricas y la industria utilizan se suministra por los gaseoductos de gas natural existentes, que llevan el gas necesario para producir hidrógeno gris en plantas fijas in situ. Fuente del gráfico, Dentro de los VE, https://insideevs.com/news/326333/hydrogen-versus-electric-cars-video

Inversión climática

Invertir en bonos para tratar de mantener el aumento de la temperatura global notablemente por debajo de 2°C.

La primera cartera de inversión sostenible de Robeco tiene más de 20 años. Hoy en día seguimos a la vanguardia de la inversión climática, con soluciones de renta fija y variable que abordan los efectos a largo plazo del calentamiento global. Tenemos un enfoque integral de inversión sostenible que nos permite comprender con detalle su dinámica e impacto, para adoptar decisiones de inversión fundamentadas que cuiden mejor del mundo en que vivimos.

Inversión climática

Cómo la regulación fomenta la inversión sostenible

La inversión siempre ha sido objeto de regulación, para proteger los inversores finales y mantener los niveles de calidad en un sector de muchos billones de dólares. Lo novedoso es ahora un compromiso mucho mayor para fomentar la inversión sostenible, liderado por la amplia normativa de la Unión Europea.

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