Para averiguarlo, Robeco encargó una encuesta que indagó entre más de 300 inversores institucionales, mayoristas y de seguros, representativos de alrededor del 20% de los activos mundiales. Los resultados han sido alentadores, además de apuntar a que todavía queda mucho por hacer.
El mensaje más claro mandado por los encuestados quizá sea el de que en los próximos años todos los activos gestionados estarán comprometidos el objetivo cero emisiones netas. Alrededor del 86% de los inversores consideran que el cambio climático constituirá un factor significativo en su política de inversión en los dos próximos años, lo que supone una señal inconfundible de que la descarbonización está definitivamente en marcha.
La mayoría piensa que las energías renovables forman parte de la solución: El 81% afirmó que tanto la energía solar y eólica como la energía basada en el hidrógeno marcarán el camino para abandonar los combustibles fósiles. Además, el 66% señaló que centraría sus medidas de descarbonización de la cartera en la renta variable global como clase de activo preferida para lograr ese objetivo en uno o dos años.
Cuidado con el diferencial
Pero los resultados demostraron también que existe una importante brecha de conocimientos cuando se trata de comprender a fondo los problemas principales, siendo muchos inversores los que no saben por dónde empezar o cómo hacer algo que surta efecto.
El objetivo último de la encuesta es el de revelar en qué punto se encuentra el sector, y ayudar a los inversores a comprender la urgencia del asunto. Esperamos que le ofrezca un conocimiento detallado de la situación actual de la inversión en el clima, así como sobre los retos y las oportunidades que el cambio climático entraña.