La corriente alterna inventada por Nikola Tesla ha sido la base de la actual transmisión eléctrica, también en los coches que llevan su nombre. Adquirió prominencia en la década de 1920, cuando predijo el auge de la tecnología inalámbrica. Esa década pasó a la historia como los “felices años veinte”, o los “locos años veinte”, ya que estuvo marcada por la masiva expansión económica que siguió a la Primera Guerra Mundial.
Un siglo después, también nos encontramos ante un potencial periodo de auge, después de una crisis internacional. Sin embargo, la recuperación que podría vivirse no es probable que sea tan “feliz”, ya que nos enfrentamos a una crisis mucho mayor: la escalada del cambio climático.
Por este motivo, hemos dedicado al cambio climático gran parte del último Expected Returns, nuestro informe sobre perspectivas para 2022-2026, que hemos titulado “Los tórridos años veinte: las cosas se calientan”. En este informe, por primera vez en sus 11 años de historia, se han tenido en cuenta las consecuencias del calentamiento global a la hora de trazar las previsiones para las principales clases de activos.
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