Es un hecho ampliamente reconocido que la automatización industrial es la única solución viable para abordar los múltiples cambios estructurales en la fabricación en todo el mundo. La escasez de mano de obra es generalizada y no solo está afectando a las industrias, sino a economías enteras. Además, las tensiones geopolíticas y la pandemia mundial han dado un nuevo impulso a la búsqueda de cadenas de suministro más resilientes. En respuesta, los gobiernos están poniendo en marcha planes a gran escala para apoyar a industrias estratégicas (y con un uso intensivo de la automatización), como las de semiconductores, paneles solares y baterías. Como era de esperar, el reshoring, el nearshoring y la producción «por si acaso» siguen acaparando titulares como medio para que las empresas puedan reducir los costes laborales, los retrasos y la incertidumbre en las cadenas de suministro de la industria.
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La escasez de mano de obra, las tensiones geopolíticas y la pandemia mundial han dado un nuevo impulso a la búsqueda de cadenas de suministro más resilientes
Pero más allá de los titulares en los medios, ¿qué sugieren los datos empíricos sobre la demanda de automatización en la industria? Según la Federación Internacional de Robótica (IFR), la densidad mundial de robots, que mide la proporción entre el número de robots industriales operativos y el número de trabajadores en activo, ha aumentado a lo largo de la última década (2010-2021) a un ritmo del 10% de la TCAC. Durante el mismo periodo, Japón y Alemania, líderes indiscutibles en la adopción de tecnologías avanzadas y robótica para la fabricación, solo experimentaron un crecimiento modesto de la densidad de robots. Por otro lado, el sector manufacturero de China experimentó una notable mejora de la productividad, con una densidad de robots en 2021 veinte veces superior a la de 2010, sobrepasando a la de Estados Unidos y acercándose rápidamente a las cifras de Japón y Alemania (véase la figura 1).
Figura 1: El auge de los robots en China
Nota: Excluimos a la República de Corea y a Singapur ya que creemos que sus datos de densidad de robots no son comparables debido a las reexportaciones.
Fuente: Robeco, IFR
China: fomentando la aceleración de la automatización, pero, ¿alcanzando la madurez?
Con casi el 30% de la producción industrial mundial dentro de sus fronteras, China se ha ganado la reputación de ser la fábrica del mundo, gracias a su numerosísima fuerza laboral manufacturera, su mano de obra cualificada y su excepcional infraestructura logística. El cambio de China de sectores intensivos en mano de obra a subsectores altamente especializados y productivos dio lugar a que el país acaparase nada menos que el 52% de las instalaciones globales de robots en 2021, tras una notable TCAC del 30% en instalaciones anuales durante la década anterior (véase la figura 2a). Desde el pico del anterior ciclo de inversiones en bienes de capital en 2018, las instalaciones en el resto del mundo han disminuido un 2%, mientras que han aumentado un 20% en China (véase la figura 2b).
Figuras 2a y 2b: La apetencia de China por los robots ha superado la de los mercados mundiales
Fuente: Robeco, IFR
Como se ve en la figura 1, se prevé que China alcance el mismo nivel de densidad de robots de Japón y Alemania para finales de este año. Sin embargo, no hay evidencias de que China pueda sobrepasar estructuralmente a estos países en cuanto a densidad de robots. Por consiguiente, sería razonable suponer que la demanda de automatización en China se aplanará por fin, lo que dará lugar a una desaceleración global de la demanda de automatización.
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… las instalaciones [de robots] en China han aumentado un 20%
Además, también es probable que el reshoring y las intervenciones de los gobiernos, como la ley IRA de Estados Unidos (ley de reducción de la inflación), la iniciativa REPowerEU de la Unión Europea y la Ley Europea de Chips, darán lugar a un aumento de la densidad de robots en mercados desarrollados como el estadounidense y los europeos, compensando la desaceleración china. Por otro lado, la estrategia «China Plus One», que conlleva expandir las cadenas de suministro a otros países aparte de China para garantizar una mayor resiliencia, animará a países vecinos como India, Vietnam y Tailandia a automatizar la fabricación. La cuestión es si estas tendencias, en caso de materializarse, serán suficientes para compensar la desaceleración de un país que concentra más de la mitad de la demanda mundial.
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El potencial de China, muy subestimado
Pero no descartemos todavía a China. Un análisis más detallado de las cifras muestra grandes discrepancias entre las cifras de fabricación publicadas por organizaciones estadísticas mundiales como Eurostat y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y las utilizadas por el IFR para calcular la densidad de robots.
Basándose en las cifras de existencias operativas y densidad de robots, el IFR calcula que la mano de obra manufacturera en China ronda los 40 millones, frente a los 140 millones calculados por la OIT. Esto significa que las cifras actuales pueden estar subestimando la mano de obra manufacturera real de China en aproximadamente un 70%. Los estudios de la Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos1 parecen corroborar esta apreciación. Suponiendo que las cifras de la OIT sean correctas, la densidad de robots actual de China estaría por debajo de 100; si proyectamos una tasa de crecimiento anual del 10% en instalaciones de robots para la próxima década, la densidad de robots de China en 2030 seguiría estando por debajo de la densidad de robots actual de Japón y Alemania (véase la figura 3).
Figura 3: China tiene un considerable margen de crecimiento
Fuente: IFR, Eurostat, OIT, Robeco
Avances tecnológicos impulsan la fabricación inteligente
Con o sin China, los robots y la automatización están ayudando a los fabricantes de todo el mundo a protegerse de la escasez de mano de obra, la inflación salarial y las alteraciones de la cadena de suministro que han paralizado los mercados en los últimos años. Con unos costes de integración en descenso, ahora los clientes disfrutan de periodos de amortización más cortos y de una gama más amplia de aplicaciones en todos los sectores, desde el ensamblaje de automóviles y maquinaria pesada hasta trabajos más especializados y de precisión.
Además, la tecnología robótica avanza a pasos agigantados gracias a los robots colaborativos (cobots) que trabajan junto a los humanos en tareas cada vez más sofisticadas. Del mismo modo, los algoritmos de visión y movimiento basados en inteligencia artificial ayudan a los robots a ampliar y optimizar sus movimientos, lo que facilita aún más su uso en entornos complejos y cambiantes.
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Los algoritmos de visión y movimiento basados en inteligencia artificial ayudan a los robots a ampliar y optimizar sus movimientos y usos en entornos complejos y cambiantes
La automatización representa un elemento clave de la estrategia RobecoSAM Smart Materials. Invertimos en soluciones de fabricación inteligente que reducen el uso de recursos y la generación de residuos e incrementan la eficiencia operativa de las cadenas de suministro. Los robots proporcionan una solución crítica para ayudar a los fabricantes a mejorar la productividad, la resiliencia y los beneficios en el siglo XXI. Nuestro estudio sugiere que China todavía se encuentra en los primeros pasos de su transición hacia subsectores de alta productividad en la industria manufacturera. Esto, unido al aumento de la demanda en Estados Unidos, Europa y los países emergentes de Asia, nos hace confiar más en el potencial de la automatización industrial en la próxima década.
Notas al pie
1 Departamento de Trabajo de los Estados Unidos, Oficina de Estadísticas Laborales. «Manufacturing Employment in China». 2005. https://www.bls.gov/opub/mlr/2005/07/art2full.pdf
Departamento de Trabajo de los Estados Unidos, Oficina de Estadísticas Laborales. «China’s manufacturing employment and compensation costs: 2002–06». 2009. https://www.bls.gov/opub/mlr/2009/04/art3full.pdf