Country Sustainability Ranking
Los países más sostenibles
¿Cuáles son los países más sostenibles del mundo?
El Country Sustainability Ranking es un marco integral para analizar el desempeño de los países según una amplia variedad de parámetros ASG.
Centrada en factores ASG como los derechos humanos y laborales, el clima y energía, la corrupción, las instituciones o los riesgos ambientales —que tienen un carácter a largo plazo— nuestra evaluación de la sostenibilidad de los países ofrece una panorámica integral de sus puntos fuertes y débiles, que suelen escapar a las calificaciones tradicionales del riesgo soberano. En combinación con los ratings habituales de bonos soberanos, la clasificación ASG por países puede ser muy útil para mejorar el análisis de riesgo de la deuda pública, y permitir que los inversores tomen decisiones de inversión mejor fundamentadas.
La Clasificación de Sostenibilidad por Países analiza 150 países de economías emergentes y desarrolladas y se actualiza semestralmente. Las lecturas de estos análisis y clasificaciones se incorporan a los procesos de inversión de las distintas estrategias de deuda pública de Robeco, y se emplean asimismo para determinar las ponderaciones asignadas a cada país en la familia de índices S&P ESG Sovereign Bond.
¿Qué puntuación de sostenibilidad tienen las empresas y los países?
Explore las contribuciones de las empresas a los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la clasificación de los países en función de criterios ASG.
20 primeros puestos
20 últimos puestos
Última actualización: Abril 2023
Cómo calculamos la clasificación
La puntuación ASG de un país se basa en 50 indicadores, resumidos en 15 criterios. Cuatro de ellos son medioambientales, con una ponderación del 30%, cinco son sociales y ponderan otro 30% y seis son de gobernanza y suponen un 40%. La puntuación va de 1 a 10, siendo 10 la mejor puntuación y 1 la más baja.
El objetivo de la puntuación ASG por países es comparar países conforme a varios indicadores ASG que consideramos significativos y financieramente relevantes para los inversores. La puntuación ASG se calcula para un universo de 150 países, 23 de ellos clasificados como economías avanzadas y 127 como países en desarrollo y de mercados emergentes.
Clima y energía
La puntuación de clima y energía evalúa el desempeño de un país en la lucha contra el cambio climático y el fomento de energías renovables. El cambio climático es una de las mayores amenazas para el medio ambiente, los seres humanos y la economía mundial. El calentamiento del clima, el aumento del nivel del mar y una meteorología cada vez más extrema están perjudicando la salud de las personas, los medios de subsistencia, la productividad y las infraestructuras básicas, además de distintos sectores económicos, como la agricultura, la silvicultura, la pesca o el turismo. El cambio climático puede contribuir a una caída de las rentas, la expansión de la pobreza y una mayor migración involuntaria, pudiendo incluso desatar conflictos socio políticos, lo que pone de manifiesto la necesidad de actuar decisivamente sobre el clima.
Riesgo ambiental
Todos los países se encuentran expuestos al cambio climático, a pérdidas derivadas de fenómenos atmosféricos y a desastres naturales (por ejemplo, ciclones, terremotos, inundaciones, incendios forestales, olas de calor, huracanes, tormentas, tifones, erupciones volcánicas, etc.), aunque en distinta medida. Este criterio realiza una evaluación del impacto de este tipo de acontecimientos en términos de pérdidas económicas y de vidas humanas. Estos fenómenos pueden causar graves disrupciones en la disponibilidad y producción de bienes y servicios, con potenciales efectos macroeconómicos adversos tales como inflación, deceleración del crecimiento, disminución de las exportaciones o problemas de servicio de la deuda.
Derechos humanos y laborales
Básicamente, los derechos humanos afectan a todos los aspectos de la actividad humana. Ello incluye a los derechos civiles y políticos, que se refieren a los derechos de un individuo a participar en la vida política. Los derechos a la libertad y la participación también abarcan la esfera cultural, económica y social, e incluyen el derecho de acceso a la educación, la salud y el trabajo. Aunque todavía se debate cuál es el efecto exacto de los derechos humanos en el crecimiento económico, la libertad, la participación y los derechos de propiedad, así como el acceso equitativo a la educación y la salud, parecen coincidir positivamente en el crecimiento. Cuanta más oportunidades tiene una persona, mayor es la libertad de la que disfruta y mejor es el uso que hace de sus capacidades y recursos, lo que tienen un efecto agregado positivo para el conjunto de la economía.
Malestar social
Las investigaciones muestran que el riesgo de que tengan lugar protestas violentas, disturbios y revueltas sociales es mayor en los países en que el desarrollo económico es menos avanzado. El subdesarrollo tiene más probabilidades de generar malestar social, un fenómeno que por otra parte tiende a disminuir con un crecimiento económico continuado y con la mejora de los niveles de prosperidad. A su vez, los conflictos sociales pueden revestir costes económicos y sociales considerables, debilitar las instituciones públicas, producir mayor incertidumbre, causar inestabilidad política y socavar el crecimiento económico.
Corrupción
La corrupción adopta muchas formas y puede tener distintos efectos en la economía, el marco político y la sociedad en general, ya que reduce la confianza en el gobierno y el Estado de Derecho. En cuanto a la economía, la corrupción puede tener consecuencias negativas sobre el crecimiento, al afectar al clima empresarial, provocar un aumento de costes, reducir la inversión y los ingresos fiscales, sesgar el gasto público hacia proyectos más expuestos al soborno, y restar calidad a los bienes y servicios públicos.
Instituciones
Los estudios demuestran que las instituciones son de gran importancia a la hora de determinar el desarrollo económico y el crecimiento de un país. La protección del derecho a la propiedad, la aplicación efectiva de la ley, la eficiencia de las administraciones públicas, las libertades civiles y muchas otras normativas similares parecen tener una estrecha correlación con un mejor desempeño económico. Ello se deriva del impacto positivo de unas instituciones sólidas, lo que suele reducir los costes de transacción, así como los riesgos e incertidumbres, al tiempo que fomenta la inversión y sus rendimientos, con el previsible aumento de las rentas.
Riesgo político
El riesgo político es amplio y polifacético, y abarca cuestiones que van desde la política gubernamental o el sistema político y electoral, hasta la existencia de medidas de control y equilibrio. Es obvio que existe una marcada correspondencia entre marco político y desarrollo económico, ya que las empresas, los mercados financieros y la economía en su conjunto se ven afectados por infinidad de decisiones políticas, como las que se refieren a impuestos, gasto público, regulaciones, política presupuestaria y monetaria, medidas de control sobre los tipos de cambio y la inversión, legislación laboral, políticas comerciales y aranceles, o leyes ambientales.