Por segundo año consecutivo, las perspectivas constan de dos partes: la primera examina las probables condiciones económicas a las que se enfrentarán los inversores, y la segunda revisa el escenario en inversión sostenible. Respecto a la parte macroeconómica, el concepto Goldilocks representa sin duda un cuento de hadas, con cuatro grandes factores macroeconómicos a los que enfrentarse en el nuevo año encabezados por el "último baile de la desinflación inmaculada".
Según nuestras perspectivas, la inversión sostenible seguirá enfrentándose a dificultades durante 2024, aunque se verá impulsada por cinco regulaciones clave, incluidas las directivas de EE. UU. y de la UE en materia climática. A largo plazo, las tendencias estructurales impulsadas por la demanda de los clientes y de la sociedad harán de la inversión sostenible una temática imparable.
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